lunes, 4 de junio de 2012

Nazis musicales

Siempre los ha habido. Siempre los habrá. Están entre nosotros. A veces, nosotros mismos lo somos.

Confieso que soy el primero que a veces dice: "Menuda mierda de [inserte grupo, cantante, persona, libro, mascota, cosa que suena, videojuego.]". Y cuando lo dices, lo piensas y lo sientes así.

No deja de ser una opinión, pero seguramente a alguien le moleste esa opinión, o no opine igual. Pues a esto estamos condenados desde que no podemos leernos la mente unos a otros. Tampoco digo que haya que estar atento a todo lo que se dice para evitar herir sensibilidades, algunas de ellas muy sensibles.

Hoy. Hoy me molestan lo que he dado en llamar "nazis musicales". Esa figura que todos hemos sido alguna vez. Que como antes mencionaba, soltaba la frasecita de "Menuda mierda de "tal"".

Oye, es una opinión y hay que respetarla en la medida que lo merece.

Lo que ya no es de recibo es que te la digan con cara de tener una pedazo de mierda de elefante de dos por dos debajo de la nariz y que se la están esnifando desde que has mencionado cierto grupo, cantante o dj.

Mirad tíos: me la pela la opinión de alguien que no puede dejarse llevar por lo que siente por miedo a que le encasillen.

Lo peor de todo es que yo era así, heavy de pro, que quería matar a todos los que no escuchaban metal.

Ahora, mataría a todos que no dejasen escuchar al resto lo que quieren. De hecho, mataría a todos aquellos que se creen en posesión de la verdad absoluta en todo. Nacemos sin saber, crecemos aprendiendo... ¿Y tú me vas a decir qué me gusta más?

Una sonora carcajada es el complemento adecuado a la indignación de estos seres. Al menos, miradles con una sonrisa irónica.

Por miedo a que les guste algo, que les haga emocionarse, prefieren seguir con los oídos tapados al resto de corrientes musicales.

Debo reconocer que a mí el flamenco y el reggaetón (o como se escriba... xD) no me gustan. Tampoco me gusta la música electrónica que sólo es chunda - chunda. El bacalao (que ya con ese nombre, vamos mal...). Escucho de todo, menos los tres que he mencionado arriba. Y las canciones moñas. Esas de llorar o que hablan de movidas del corazón... pasando. Y hay de todo en todas partes. Hay canciones buenas, malas, horribles, divinas, enérgicas, deprimentes...

Siempre preferiré tocar heavy metal. Thrash, speed, heavy heavy metal. Me da igual, siempre preferiré tocar eso... Pero siempre intento ser respetuoso con los gustos de los demás.

Aunque hay que ver qué mierdas escuchan algunos... ¡No caigáis en la trampa. Que escuchen lo que quieran!

Aprende a sentir lo que te enseña cada tipo de música.


Y ámalos a todos como los hijos que tiene alguien que siempre te acompañará.