lunes, 7 de mayo de 2012

Crítica de Avatar.

Avatar


Si cada año tiene una película, esta se lleva su año y los dos anteriores. Es un canto hippie a la naturaleza, la conexión con el ecosistema global y la codicia de las multinacionales.

Yo, qué queréis que os diga, no os voy a contar los maravillosos paisajes y espectaculares efectos especiales, eso ya lo veis en pantalla (e incluso en tres dimensiones). No os contaré sobre directores. Ni actores ni actrices. Si queréis eso, buscad en otra parte.

Yo os contaré lo que no visteis, lo que no oísteis, lo que no sentisteis... O quizás, querido lector o lectora, eres uno de los pocos afortunados que vió Avatar como lo que era: una elegía al respeto por la naturaleza, una crítica al capitalismo, una versión de los pitufos en la que no sólo había una mujer.

Avatar es todo eso y más.


Un Toruk, "Última Sombra".


El planteamiento de ciencia ficción es buenísimo. Muy bien fundamentado en lo que sabemos de la física clásica, la física cuántica y el universo. Ahora viene la queja eterna: "es que se inventan cosas".
Ruego a esas mentes pensantes que intenten imaginar porqué se le añade el "ficción" detrás de ciencia. Seguro que con un mínimo esfuerzo entenderán todo.
Dicho esto, la nave que lleva a nuestro querido Jake Sully (Lleicsuli para los Na'vi) es la ISV Venture Star, con motores alimentados por la reacción de materia - antimateria que alcanzan los 209.536 km/s (un 70% de la velocidad de la luz). Flipa, corre que no veas, ¿no? (Ya os digo yo que sí).


Los Omaticaya jugando al WoW, versión "natural", o compartiendo datos a gran velocidad,
gracias a la tecnología de la Trenza - USB.


Como es costumbre, dejando de un lado el argumento, que es un poco clásico (chico conoce a chica azul, chica azul le enseña sus costumbres, chico se enamora de chica, chica se enamora de chico, chico y chica entrelazan sus trenzas - usb, chico cuenta a chica que es un espía, chica se rebota y le manda a freír espárragos, chica vuelve con su ex, chico que vuelve con un coche más grande y la lía parda, chica perdona las ofensas, fin feliz) no es muy difícil de seguir, y todo ello mezclado con la interesante fauna y flora de Pandora. ¿O me diréis que no quisisteis volar en un Ikran (grito de montaña), o montar sobre el Tanator de Neytiri (el bicho - pantera que persigue al intrépido Lleicsuli cuando salen a explorar cuando le dejan manejar el pitufo)?


Los humanos de Pandora lo llaman Tanator. Los nativos, Palulukan.
Pero vamos, que si veo uno no lo pienso llamar...


Sobre los personajes... soy muy crítico, pero como es mi crítica, escribo lo que me da la gana. Y me da la gana escribir lo siguiente:




Lleicsuli: Pobre desgraciado que se ve entre la espada y la pared. Sus discursos son motivadores, y seguro que más de uno se sentía allí, al lado del Árbol de las Voces con la sangre hirviendo mientras el Torukmakto llamaba a las tribus a la guerra.







Neytiri: La chica. La sex - symbol y la depredadora todo en uno. Si un día quisiera casarme con un pitufo de tres metros con huesos de fibra de carbono, sería la primera en la lista. Para mi gusto le falta un poco de personalidad. Que profundizasen más en ella.








Tsu'tei: El pringao. Le levantan a la novia. (Sí, no es spoiler, todo el mundo se lo esperaba). Moraleja: Si aparece un tío raro en tu clan, cóselo a tiros aunque todo diga lo contrario.









El Coronel Quaritch: El señor con las cicatrices en la cabeza. Es todo un militar. Duro, fuerte, fiable, bastante flipado... y bastante grillado también. Dice algunas de las mejores frases y es difícil de matar. Justo lo que necesitaba la película (No es ironía).








La Doctora Augustine: La de Alien: El Octavo Pasajero. Borda un papel que parece hecho para ella. Te ríes por su desprecio a la autoridad y su falta de tacto. Al final le cojes hasta cariño.





La capitana Trudy, Norm el enfadado, el otro que está en el laboratorio, la Tsa'hik (la mamá de Neytiri), el Olo'eyktan (el papá de Neytiri)... todos son secundarios que están allí, pululando.



El trasfondo es de terror.

La Tierra (el planeta en el cuál estamos ahora) se muere.
Agoniza.
Lleva muerta varias décadas, pero ahora vemos (sólo en la edición de Coleccionista) cuán muerto está.

Pandora es la salvación, es un ejemplo de cómo se integran todos los seres vivos en un ecosistema planetario... Y todo lo que nos lleva allí son los intereses monetarios. Queremos un raro mineral superconductor que se vende a más de veinte millones el kg.

¿Que qué debemos aprender de esto? Que somos todos esclavos. Que la libertad no existe. Si no me creéis, intentad ir a cualquier parte sin dinero. El dinero sirve para comprar ratos de libertad.
Y como los Na'vi viven tan felices con sus conectores neuronales (o trenzas - USB) en un paraíso... pues ¡qué cojones, vamos a joderles la fiesta...!

Ellos tienen la Gaia que nosotros teníamos. Una deidad que cuida de nosotros y se encarga de mantenerlo todo en equilibrio. ¿Envidia? Nah, en vez de preguntar, atacamos. Disparamos antes de preguntar. Eso está muy bonito... Menos mal que Eywa está un poco espabilada...




En resumen: volved a ver esta película. Intentad ver más allá de la película y extrapolarla a nuestra situación hoy. Todo es posible, y aprender de algo imaginado trae más conocimientos que cien libros.
He dicho.

1 comentario:

  1. Un /clap para ti, muchacho ;D

    Me ha gustado mucho la crítica, yo sí supe ver algo de lo que había más allá (he visto la peli tantas veces, que me la conozco de pe a pa XD) Recomiendo y mucho la edición de coleccionista, se ve mucho más 'trasfondo' que no sé por qué quitaron en la versión final, porque mola MIL. Y acojona un poco, tambien.

    (Voy a hacer spam <3)

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