domingo, 20 de mayo de 2012

Duelistas Bayushi


Escuela de Duelistas Bayushi.
Beneficios: +1 Inteligencia.
Habilidades: Ceremonia del Té, Corte (Manipulación), Defensa, Etiqueta, Iaijutsu, Kenjutsu, Sinceridad.
Honor: 2.0
Equipo inicial: armadura ligera, ropas resistentes, daisho, un arma cualquiera, equipo de viaje, 5 koku.
Senséi: Bayushi Kotaro.
Prerrequisitos: Primera de todas: que el máster te deje cogerla. En juego: las desventajas Obsesionado (Derrotar al resto de duelistas) y Obligación (3 pts, con el Senséi de la escuela). No recibes puntos de experiencia por ellas.


- Rango 1: Hiela tu mente.
El Bayushi aprende pronto a usar la cabeza para todo lo relacionado con el duelo. Su perspectiva se vuelve fría e implacable. No deja nada al azar.

Añades el doble de tu habilidad de Kenjutsu al total de tus tiradas de iniciativa. Obtienes dos aumentos gratuitos para las maniobras de Ataque apuntado y Finta. Puedes utilizar la habilidad de Kenjutsu en vez de la habilidad de Iaijutsu en cualquier momento.

- Rango 2: Aprovecha el perjuicio.
El Bayushi afila su inteligencia, doblegándola a su voluntad de vencer. No tendrá piedad por el que se encuentre delante de su hoja. Aprovechará cualquier debilidad del oponente.

Obtienes un aumento gratuito y un bonificador a tu NO para ser impactado igual a 5 más tu rango de reconocimiento contra oponentes de iniciativa menor.
Obtienes un bonificador a las tiradas de ataque igual a los penalizadores por heridas que tenga tu oponente.

- Rango 3: Estropea sus planes.
Apelando a su inteligencia concentrada, el Bayushi es capaz de impactar al oponente en lugares que no lo matarán directamente, si no que le harán sufrir y humillarse.

Designa a un enemigo a 9 metros o menos de ti. Si le impactas con éxito con un ataque, pasa a estar Atontado.
Una vez por turno, puedes intentar atrapar en el aire el arma de tu oponente (si le has desarmado con tu acción de ataque) haciendo una tirada de Agilidad + Kenjutsu NO 15.

- Rango 4: Recuerda las dos pinzas.
El Bayushi adquiere tal maestría que es capaz de efectuar el doble de ataques que sus oponentes, nublando sus mentes mediante la afilada hoja de su mente.

Puedes efectuar ataques como acciones Simples en lugar de Complejas.
Los efectos condicionales que provoques en tus enemigos ya no pueden evitarse con una tirada de Tierra si sacas una tirada de Inteligencia + Sinceridad NO 25 o gastas un punto de Vacío. Esta técnica dura un número de turnos igual a tu rango de reconocimiento.

- Rango 5: Aguijonea la mirada.
Al final, el Bayushi aprende a usar su propia inteligencia como aguijón que aturde a sus enemigos. Su dominio del cuerpo es tal que puede mantenerse alejado del mundo y concentrado como nunca antes.

Al establecer contacto visual con un objetivo puedes hacer una tirada de Inteligencia + Sinceridad con NO igual a la puntuación de Vacío x 5 del oponente. Si tienes éxito en la tirada, el objetivo pasa a considerarse Aturdido hasta el final de la fase de reacción de este mismo turno.
El duelista obtiene los beneficios de la posición centrada durante el asalto en el que asume la posición, pudiendo efectuar una única acción simple en ese asalto, (en lugar de al asalto siguiente) y puede permanecer en la posición Centrada durante tantos asaltos como desee, pudiéndose mover normalmente empleando su acción simple.



Completamente no oficial (producto de una noche de sueños duelísticos y cierto mon de clan)

sábado, 12 de mayo de 2012

Vuelve...

Esto es un claro.
Un frondoso bosque lo rodea.

Un bosque antiguo, fuerte, resistente. Un bosque que susurra secretos. Un bosque que oculta todo tipo de habitantes.

En el centro del claro, un lago.

Un lago aún más antiguo que el bosque. Un lago anciano, sutil y sabio. Un lago que alimenta secretos. Un lago que no para de crecer.

En el centro del lago... una tumba, flotando sin rozar el agua.

Una tumba cerrada. Una tumba silenciosa, fría y triste. Una tumba que protege secretos. Una tumba que espera, tan inmóvil como la caricia de las estrellas.

La tumba es de cristal. Del cristal más bello y puro que puedas imaginar, solo que nunca llegarás a poder imaginarlo en todo su esplendor. En su interior, guarda la llave de toda vida. La cerradura de toda llave. La madre de todas las cosas... y las cosas de toda madre.

Es una mujer. Bajita. Tumbada. Parece dormida.

Su pelo es largo, espera, y tiene un tono verde como el de los ojos del mar. Sus ojos, cerrados, se mueven bajo unos párpados etéreos y suaves como las alas de una mariposa. Su nariz es pequeña, un poquito respingona. Sus labios están cerrados. Te juro que parecen más suaves que sus párpados.

Lleva un vestido sencillo, pero ni una sola reina podría hacerle sombra. Ni la reina noche con su cara de Luna y su manto de estrellas... pues la Luna es una de sus hijas y las estrellas son sus lágrimas. No veo más de su cuerpo. Casi no puedo mirarla, tal es la fascinación que ejerce en mí...

Ahora que lo digo...

Sus párpados dejan escapar una preciosa lágrima de plata, una lágrima que es como el susurro de la seda. Cae por su mejilla, rodando, rodante, imparable y preciosa. Cae en su pelo, que la abre paso hasta el límite de la tumba.

La pequeña lágrima que sigue rodando y se para, por un instante, en el límite de lo posible, haciendo equilibrios sobre el lago silencioso.

La pequeña lágrima, que como el trueno furioso que golpea la creación, cae en el silencioso lago y levanta olas, concentricas y casi imperceptibles. Una. Dos...

Y el lago estalla en una explosión de energía pura y silenciosa. El agua se convierte en un fuego blanco rabioso que vaporiza la tumba. Que la vaporiza a ella. Los árboles se inclinan hacia fuera un instante antes de desaparecer en el arrasador fuego blanco de la pequeña lágrima. El claro que desaparece...

...



Esto es un claro.
Un frondoso bosque lo rodea.

Un bosque antiguo, fuerte, resistente. Un bosque que susurra secretos. Un bosque que oculta todo tipo de habitantes.

En el centro del claro, un lago.

Un lago aún más antiguo que el bosque. Un lago anciano, sutil y sabio. Un lago que alimenta secretos. Un lago que no para de crecer.

En el centro del lago... una tumba, flotando sin rozar el agua.

Una tumba cerrada. Una tumba silenciosa, fría y triste. Una tumba que protege secretos. Una tumba que espera, tan inmóvil como la caricia de las estrellas.

Un suspiro, un suspiro cansado. "¿Hasta cuando tendré que esperar?" parece decir el suspiro "¿Cuándo volverán a reunirse mis hijos? ¿Cuándo estarán listos?"...

...

El suspiro que le encuentra, con el martillo apoyado en el suelo, mirando hacia delante en lo alto del acantilado, frío e inmóvil, tallado en el hielo puro. Sus ojos están tristes, echa de menos a su manada. Mucho. Le duele tanto...

Agarra el martillo, lo echa al hombro. Mira por última vez a la Luna, levantando la mano izquierda como si pudiese alcanzarla. "No puedes alcanzarla, pequeño Erik, así que preocúpate por lo que nos ocupa".

Mira al resto, reunidos sobre el acantilado. Su tribu. Su familia. Su clan.

Ruge, con energía, mostrando todos y cada uno de sus dientes. Puede ver como se acobardan ante él. Malditos engendros. Traidores...

Empieza a correr, el martillo canta con la voz del trueno. Hoy morirán muchos.

Después irá a buscar a su manada.

Lo promete ante Ella. No tendrá que esperar mucho más...



martes, 8 de mayo de 2012

Alasse hyare

[Alegría partida]


En medio de la refriega, todo su interés estaba puesto en ella. En atenderla mientras le protegía. En restañar las heridas que sufriese. En curarla de todo mal.
Ella le correspondía, protegiéndole. A él no le gustaba atacar, prefería defenderse. Pero ella luchaba con un fervor que hasta los mismos dioses envidiaban... y él la curaba. Ya que no podía evitar que fuese a la guerra, qué menos que acompañarla para que volviese sana y salva...


Dos sin'dorei. Blancos, puros, perfectos en la Luz. 
La guerrera y el sanador. Cogidos de la mano. Hojas de oro y plata cayendo sobre ellos. Las palabras atropelladas y torpes de él, pero no por ello menos sinceras. Las palabras de ella, dulces, sonrojadas y etéreas.
La alegría de ambos cuando deciden que quieren unir sus caminos para siempre.


Un campo de batalla.
La desesperación de él cuando no consigue llegar a tiempo hasta ella. La desesperación de ella por morir sin verle. La desesperación que les une y les da alas para reencontrarse.
La desesperación de él cuando no puede encontrarla.
La desesperación de ella cuando la vida se le escapa y él no ha llegado.
Las lágrimas de él que caen en la piel de su prometida, fría y rígida, reclamada por la muerte. La desesperación que le ataca.
La desesperación ciega y voraz que acecha su alma y la devora.


Noche fría y dura. Él sentado en una silla, con las manos en la cara. Las lágrimas caen por sus antebrazos y llegan al suelo, golpeándole como silenciosos martillos de los dioses.

Noche fría y lluviosa. Él, en la misma silla, mirando al vacío. Él, que mira al vacío. Al vacío que lo ha devorado por dentro. Al vacío que le ha apartado de todo lo que amaba.

Noche fría. Él, triste y solo, alejado de todos. Él, leyendo. Él, paseando. Él, intentando vivir con un corazón roto... Él, en suma... solo.

Noche fría, rabiosa y mala.
Él, en su silla.
Ella, en su puerta.
Él la mira y se rompe. Ella, fría como el hielo y mortífera como una pulmonía. Ella, que ha vuelto de entre los muertos. Él, que recoge los fragmentos del dolor y los usa como una máscara.
Ellos, que se dedican a segar la vida y sembrar el caos. Ellos, que siembran muerte y recogen sangre allá por donde van.
Ellos, que están juntos de nuevo y juegan a ser dioses con los inocentes y los desamparados...


Día soleado, tranquilo y plácido.
Él, que recoge los fragmentos de su alegría y los abraza, ocultando los del dolor en lo más profundo de su alma.
Él, que habla con una estatua...
Él, que vuelve a ser feliz.

lunes, 7 de mayo de 2012

Crítica de Avatar.

Avatar


Si cada año tiene una película, esta se lleva su año y los dos anteriores. Es un canto hippie a la naturaleza, la conexión con el ecosistema global y la codicia de las multinacionales.

Yo, qué queréis que os diga, no os voy a contar los maravillosos paisajes y espectaculares efectos especiales, eso ya lo veis en pantalla (e incluso en tres dimensiones). No os contaré sobre directores. Ni actores ni actrices. Si queréis eso, buscad en otra parte.

Yo os contaré lo que no visteis, lo que no oísteis, lo que no sentisteis... O quizás, querido lector o lectora, eres uno de los pocos afortunados que vió Avatar como lo que era: una elegía al respeto por la naturaleza, una crítica al capitalismo, una versión de los pitufos en la que no sólo había una mujer.

Avatar es todo eso y más.


Un Toruk, "Última Sombra".


El planteamiento de ciencia ficción es buenísimo. Muy bien fundamentado en lo que sabemos de la física clásica, la física cuántica y el universo. Ahora viene la queja eterna: "es que se inventan cosas".
Ruego a esas mentes pensantes que intenten imaginar porqué se le añade el "ficción" detrás de ciencia. Seguro que con un mínimo esfuerzo entenderán todo.
Dicho esto, la nave que lleva a nuestro querido Jake Sully (Lleicsuli para los Na'vi) es la ISV Venture Star, con motores alimentados por la reacción de materia - antimateria que alcanzan los 209.536 km/s (un 70% de la velocidad de la luz). Flipa, corre que no veas, ¿no? (Ya os digo yo que sí).


Los Omaticaya jugando al WoW, versión "natural", o compartiendo datos a gran velocidad,
gracias a la tecnología de la Trenza - USB.


Como es costumbre, dejando de un lado el argumento, que es un poco clásico (chico conoce a chica azul, chica azul le enseña sus costumbres, chico se enamora de chica, chica se enamora de chico, chico y chica entrelazan sus trenzas - usb, chico cuenta a chica que es un espía, chica se rebota y le manda a freír espárragos, chica vuelve con su ex, chico que vuelve con un coche más grande y la lía parda, chica perdona las ofensas, fin feliz) no es muy difícil de seguir, y todo ello mezclado con la interesante fauna y flora de Pandora. ¿O me diréis que no quisisteis volar en un Ikran (grito de montaña), o montar sobre el Tanator de Neytiri (el bicho - pantera que persigue al intrépido Lleicsuli cuando salen a explorar cuando le dejan manejar el pitufo)?


Los humanos de Pandora lo llaman Tanator. Los nativos, Palulukan.
Pero vamos, que si veo uno no lo pienso llamar...


Sobre los personajes... soy muy crítico, pero como es mi crítica, escribo lo que me da la gana. Y me da la gana escribir lo siguiente:




Lleicsuli: Pobre desgraciado que se ve entre la espada y la pared. Sus discursos son motivadores, y seguro que más de uno se sentía allí, al lado del Árbol de las Voces con la sangre hirviendo mientras el Torukmakto llamaba a las tribus a la guerra.







Neytiri: La chica. La sex - symbol y la depredadora todo en uno. Si un día quisiera casarme con un pitufo de tres metros con huesos de fibra de carbono, sería la primera en la lista. Para mi gusto le falta un poco de personalidad. Que profundizasen más en ella.








Tsu'tei: El pringao. Le levantan a la novia. (Sí, no es spoiler, todo el mundo se lo esperaba). Moraleja: Si aparece un tío raro en tu clan, cóselo a tiros aunque todo diga lo contrario.









El Coronel Quaritch: El señor con las cicatrices en la cabeza. Es todo un militar. Duro, fuerte, fiable, bastante flipado... y bastante grillado también. Dice algunas de las mejores frases y es difícil de matar. Justo lo que necesitaba la película (No es ironía).








La Doctora Augustine: La de Alien: El Octavo Pasajero. Borda un papel que parece hecho para ella. Te ríes por su desprecio a la autoridad y su falta de tacto. Al final le cojes hasta cariño.





La capitana Trudy, Norm el enfadado, el otro que está en el laboratorio, la Tsa'hik (la mamá de Neytiri), el Olo'eyktan (el papá de Neytiri)... todos son secundarios que están allí, pululando.



El trasfondo es de terror.

La Tierra (el planeta en el cuál estamos ahora) se muere.
Agoniza.
Lleva muerta varias décadas, pero ahora vemos (sólo en la edición de Coleccionista) cuán muerto está.

Pandora es la salvación, es un ejemplo de cómo se integran todos los seres vivos en un ecosistema planetario... Y todo lo que nos lleva allí son los intereses monetarios. Queremos un raro mineral superconductor que se vende a más de veinte millones el kg.

¿Que qué debemos aprender de esto? Que somos todos esclavos. Que la libertad no existe. Si no me creéis, intentad ir a cualquier parte sin dinero. El dinero sirve para comprar ratos de libertad.
Y como los Na'vi viven tan felices con sus conectores neuronales (o trenzas - USB) en un paraíso... pues ¡qué cojones, vamos a joderles la fiesta...!

Ellos tienen la Gaia que nosotros teníamos. Una deidad que cuida de nosotros y se encarga de mantenerlo todo en equilibrio. ¿Envidia? Nah, en vez de preguntar, atacamos. Disparamos antes de preguntar. Eso está muy bonito... Menos mal que Eywa está un poco espabilada...




En resumen: volved a ver esta película. Intentad ver más allá de la película y extrapolarla a nuestra situación hoy. Todo es posible, y aprender de algo imaginado trae más conocimientos que cien libros.
He dicho.